Si tienes gato y eres cliente habitual de nuestra clínica veterinaria de Móstoles seguro que te hemos comentado en más de una ocasión lo importante son las uñas a estos animales. Una de las preguntar más habituales en las primeras consultas es: «¿cuándo debo cortar las uñas a mi gato?»

Arañar es un comportamiento natural e innato en los felinos. Rascar superficies les sirve para arreglar las garras frontales, para comunicarse con otros gatos y para estirar los músculos. Por eso, necesitan tener las uñas sanas. Las garras son fundamentales porque además les aportan equilibrio. Los gatos caminarán correctamente siempre que el cuidado de las uñas sea el adecuado.

Además, mediante acciones que realizan con las uñas, los gatos pueden transmitir muchos mensajes: cansancio, intención de atacar, tensión, relajación, marcación de territorio, necesidad de cariño, etc. 

Si tu mascota no sale de casa, tienes que cortarle periódicamente las uñas y colocar rascadores para que las mantenga en buen estado. Si es un gato de exterior, las necesitará para cazar, trepar árboles o incluso defenderse de otros animales. Si no puedes tú mismo, se las cortaremos en Clínica Veterinaria Puerta del Sur.

Cómo son las uñas de los gatos

Son retráctiles y crecen constantemente. Cuando están muy largas son molestas y el gato rascará para desgastarlas y quitar las capas externas.

A la hora de cortarlas, solo hay que hacerlo en la punta sin llegar hasta la pulpa rosada. Eso es un vaso sanguíneo que, si se corta, provocará dolor al animal y un sangrado.

Lo mejor es acostumbrarlos desde pequeños utilizando una tijera especial para uñas de gatos. Desde que son pequeños, es importante ofrecerles un rascador, para que empiecen a interactuar con él como parte de su día a día.

¿Cómo saber cuándo cortarlas?

Podemos aprovechar a saberlo cuando el gato descansa. En esta situación, las uñas del felino suelen estar escondidas. Por eso, si aún así ves que sobresalen, quiere decir que es momento de cortarlas.  

Otra señal está relacionada con los andares del animal. Cuando las uñas alcanzan un tamaño mayor del idóneo, pueden clavarse en las almohadillas del gato, provocando desde leves cojeras o incomodidad al caminar, hasta graves infecciones en la zona de las almohadillas.